Existen algunos productos que pueden ser ingeridos sin tener consecuencias negativas, ellos son:


- Quesos
- Mantequilla de leche
- Productos lácteos fermentados (yogur)
- Leche de cabra
- Quesos curados
- Cremas heladas
- Productos lácteos deslactosados
- Leche de soja (si bien se aconseja para bebés menores de dos años, antes de brindársela es aconsejable consultar con el pediatra)
- Leche de arroz
Cuando no tomas leche puedes tener una notable disminución en el calcio, vitamina D, proteína. Por esta razón es necesario incorporar los nutrientes desde otros alimentos, ten en cuenta que cada día el organismo requiere entre 1.200 a 1.500 mg de calcio para su correcto funcionamiento.
Entre los alimentos que cuentan con calcio se encuentran las verduras de soja, las sardinas, el salmón, brócoli y camarones. Además, es aconsejable beber zumo de naranja natural o los que se venden con calcio agregado.
Si sufres intolerancia a la lactosa deberás evitar la leche de vaca, muchos aseguran que puede ser reemplazada por la leche de soja. Este tipo de leche se trata de una emulsión que se elabora a partir de agua y legumbres de soja amarilla, se le agrega azúcares y diferentes sustancias para darle un buen sabor.
La leche de soja tiene importantes beneficios, ya que le brinda al organismo grandes cantidades de proteínas de buena calidad, lo mismo que sucede con la leche de origen animal. La soja cuenta con calcio, que permite prevenir la descalcificación y la osteoporosis. Otro punto a su favor que tiene la leche de soja es no tener gluten, una proteína que se encuentra en los cereales y que no es tolerada por las personas celíacos.
Fuente Imagen ThinkStock.