

El pediatra es una de las personas más importantes tanto para padres como para hijos, por ello os explicamos algunas cosas a tener en cuenta a la hora de elegir a este profesional.
Una vez haya nacido el niño, el pediatra se convertirá en el mejor consejero de los padres. Durante mucho tiempo éstos le visitarán con frecuencia y deberán confiarle todas sus dudas y preocupaciones, por lo que formará parte, en cierto modo de la vida de la familia.
El pediatra conocerá al bebé en profundidad, todos sus problemas, sus actitudes, etc. Pero también se basa mucho en las explicaciones y apreciaciones que hacen los padres de lo que le ocurre al hijo. Es muy importante que los padres den una información clara y detallada, porque esa información es muy valiosa para el médico, casi tanto como los exámenes físicos que le realiza al pequeño.
Existen varias opciones para elegir pediatra, en primer lugar, si se opta por la Seguridad Social, se debe inscribir al niño nada más nacer. En el centro de salud de los padres, éstos recibirán información sobre los requisitos para realizar esta inscripción. Si se opta por la Seguridad Social, los padres pueden elegir al pediatra que quieran, siempre y cuando éste no esté saturado de pacientes. Si este es el caso, se debe elegir a otro profesional.
En caso de que se pertenezca a una sociedad médica, ésta oferta una amplia lista de pediatras adscritos a la sociedad, que están a disposición de los padres. Cualquiera de las dos opciones es válida, y en ambos ámbitos hay excelentes profesionales. Por ello, se deben tener también en cuenta otras razones para tomar una decisión.
Por ejemplo procurar que su consulta no esté muy lejos del domicilio de la familia. Siempre es aconsejable pedir referencias a amigos o vecinos, pues la relación que se mantendrá con él será muy estrecha y hay que procurar que sea fluida, para que exista la suficiente confianza entre el médico y los padres para tratar los temas que más les preocupen
Existe la posibilidad de que hagan visitas a domicilio o consultas telefónicas, unos extras muy útiles para familias con un amplio horario laboral; pues en muchas ocasiones una llamada es suficiente para solucionar un problema o duda.
No es muy recomendable cambiar a menudo de pediatra, cuantos más años se alargue la relación con él mejor. Pues los niños se acostumbran a su médico y eso acaba siendo muy beneficioso para ellos.
Asi me pongo cuando me inyectan tengo 9 años de edad.