Los más pequeños necesitan de nuestro cuidado y atención. Uno de los hábitos fundamentales en su higiene diaria es el baño. Para saber las pautas que debes seguir, el espacio Piel de Bebé, con el respaldo de la prestigiosa marca Mustela, te da algunos consejos.
A través de su pequeño rincón en la Red, esta página te proporcionará una completa, veraz y actualizada información sobre los cuidados más importantes que debe recibir la salud cutánea de tu bebé, así como los ingredientes de productos cosméticos y una revista y blog digital donde podrás conocer el día a día de la información relacionada con los más pequeños y su salud.
Uno de los muchos apartados que tiene reservado este espacio para ti se conoce como Consulta con la Doctora, por medio del cual, la pediatra de Atención Primaria Ana de Vicente intentará dar respuesta y posible solución a las dudas que te surjan al respecto. También te ayudará a saber, entre otras cosas, cómo bañar adecuadamente a tu bebé.
Lo cierto es que esta práctica de higiene y cuidado personal es uno de los momentos más placenteros y relajantes en los que el bebé descubrirá todo un mundo de sensaciones, ya sean estímulos olfativos o táctiles que mejorarán sobremanera el desarrollo de todos sus sentidos. Además, se trata de una ocasión en la que puedes dedicar unos minutos de cercanía y proximidad con tu bebé que, a lo mejor, a lo largo del día, no puedes establecer dado el estrés al que está sometida tu vida diaria entre los quehaceres de la casa, el trabajo y preparar la comida.
A la hora de bañar a tu bebé hay que considerar una serie de precauciones básicas que la propia doctora Ana de Vicente especifica paso a paso:
-Tienes que preparar adecuadamente el entorno, en especial, la temperatura de la estancia, siendo recomendable que esta última oscile entre los 20 y 22º para evitar que tu bebé pueda pasar frío.
-Cerca de ti debes tener todos los utensilios que precises. Tómatelo con calma y el tiempo que estimes necesario.
-Es necesario averiguar que la temperatura del agua se sitúe entre los 34 y 36 º, para lo cual sería ideal utilizar un termómetro(en caso de que no dispongas de este utensilio, puedes introducir la mano para comprobarlo). Recuerda que si el agua está demasiado caliente, la piel del bebé puede sufrir quemaduras, además de resecarla.
-Introduce poco a poco a tu bebé en el agua. En el caso de que sea recién nacido, conviene que le sujetes la cabecita de forma que esta última se apoye en el antebrazo izquierdo, dejando el brazo derecho para cogerle de la parte de las nalgas. Se comenzará limpiando desde las zonas más sucias hasta las menos.
-También es muy importante que utilices productos acordes con la sensibilidad cutánea de tu bebé. Es recomendable usar geles sin jabón con un ph Neutro y, especialmente, que no tengan parabenes.
-Sea cual sea la edad del bebé, en ningún momento puedes despistarte ni desviar la atención.
-La duración del baño debe situarse en torno a los 5 minutos, para evitar una hiperhidratación cutánea que pueda estropear la barrera de la piel.
-Para concluir es muy importante que seques muy detenidamente la piel del bebé con una toallita suave y dando toquecitos, evitando frotar la piel. Aplica leche o crema hidratante.
Recuerda que el baño es uno de esos pequeños momentos de que dispones a lo largo del día para estar junto a tu bebé y mostrarle el cariño tan grande que guardas en tu corazón y que él siempre te devolverá con una sonrisa y una tierna e inocente mirada.
Fuente Imágenes ThinkStock.
esmuy bueno