

En un 20% de los casos el niño no va bien sentado en el dispositivo, este no va bien colocado o directamente no lo utiliza. En el caso de los más pequeños, hasta 18 meses, el problema suele ser que la sillita va mal orientada. Otros errores bastante comunes son los cinturones mal abrochados o que el dispositivo de retención (SRI) utilizado no es el adecuado a la edad del niño.
Los pequeños deben ir siempre bien sujetos y hay que asegurarse de que el SRI va siempre bien anclado. Las fijaciones Isofix son las más seguras para anclar las sillitas al coche.
Hasta los doce años, o 1,35 metros de estatura, no deberían viajar en el asiento delantero, a excepción de los bebés con su correspondiente sistema de retención infantil, que irá colocado en sentido inverso a la marcha. Además, el airbag frontal debe estar desconectado, ya que si éste se activará causaría graves daños al pequeño, pero los laterales si pueden proteger su pequeño cuerpo en caso de colisión.


Los padres deben dar ejemplo a sus hijos y llevar en todo momento el cinturón de seguridad abrochado, es la mejor forma de concienciar a los más pequeños de la necesidad de utilizar los SRI en todo momento, por muy corto que sea el viaje.
Para vuestro interés:
- El uso correcto de los sistemas de retención infantil podría evitar el 75% de las muertes que se producen y el 90% de las lesiones en un accidente.
- El tráfico es el responsable de la mitad de los fallecimientos de los menores de 14 años.
- En un choque a 50 km/h, un niño de 25 kg multiplicará su peso por 40 y si no va bien sujeto saldrá despedido como si su peso fuese de una tonelada.
- El tramo de edad en el que se producen más accidentes graves es en el de 9 a 14 años ya que los progenitores consideran, de manera errónea, que los niños ya pueden viajar solamente con el cinturón de seguridad.