La enuresis es un proceso que lleva una evolución, produciéndose el control urinario a los tres años, por ello se hablará de trastorno de la orina a partir de los cuatro años, que se supone que ya debe de tener madurez suficiente para controlar la orina.
Es en este punto donde los padres juegan un papel importante, a la hora de enseñar al niño las pautas adecuadas para la micción, aunque deben de tener en cuenta varios aspectos:
Es importante saber que es un error no darle líquidos por las tardes o levantarle a media noche dormido al WC, porque asi impedirás posiblemente que se orine, pero también evitarás que su vejiga se llene y aprenda a controlar la sensación de orinar por él mismo. Reñirle o avergonzarle no aportará solución al problema, e sentirá má triste y fustrado, pero no le enseñará a controlr su vejiga.
Es muy importante descartar que sea consecuencia de un factor orgánico, que afecta a un 1-2% de la población infantil que sufre enuresis; no le pongas pañales y sobre todo no le transmitas tu preocupación, pero sí debes de hacerle partícipe de las labores cotidianas a mojar la cama, como cambiar las sábanas o que él se cambie de ropa.
Entre los tratamientos usados para la enuresis destaca el acetato de desmopresina, una hormona sintética, parecida a la hormona antidiurética: vasopresina, que genera la retención de líquido y por tanto disminuye el volumen de orina, pero cuando el tratamiento se suspende, vuelve a aparecer el problema.
Por otra parte hay que dstacar las alarmas o "pipi stops", que están provistos de un sensor, que detectan la orina, y cuando lo hacen se produce un sonido para que el niño acuda al baño.
Fuente Imagen: Oneras/flickr
