Sujeta a Licencia CC de Atribución. Autor: Loosepunctuation
Cuando una mujer se queda embarazada entre otros síntomas, notará una mayor frecuencia en la micción, esto es, ganas de orinar frecuentemente.
No se trata de nada malo, es la consecuencia del aumento del tamaño del útero que contiene al bebé. Éste presiona la vejiga y provoca la sensación de ganas de orinar, aún cuando apenas se expulsa orina. Incluso puede ocurrir que al hacer ejercicio, estornudar o reí fuerte se tengan pérdidas de orina, de sólo unas gotas.
Así mismo, como durante el embarazo el cuerpo de la futura madre contiene más líquidos, los riñones trabajan el doble para eliminar los desperdicios del cuerpo. Este cambio también influye en las ganas de ir al servicio.
Esto ocurre sobretodo durante el primer y el tercer trimestre. En el segundo se reduce esta frecuencia puesto que el útero crece y se eleve durante este trimestre. Sin embargo, a medida que el bebé se mueva hacia abajo para prepararse para el nacimiento, la presión aumenta causando un aumento en la frecuencia de orinar.
Os proponemos algunos consejos para reducir esta frecuencia:
Este aumento de la frecuencia es normal en el embarazo, y sólo se deberá acudir al médico en los siguientes supuestos:
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