Los viajes en avión no están contraindicados si el embarazo es normal y estás antes de la semana 37, que es el final del segundo trimestre. Las aerolíneas suelen impedir el vuelo a mujeres a partir del séptimo mes de embarazo, aunque eso varía en función de la compañía y la duración del vuelo, ya que al no haber un médico a bordo es normal que no quieran arriesgarse a cualquier complicación o parto prematuro. Lo mejor es que consultes con la compañía que quieres viajar antes de comprar el billete, ya que corres el riesgo de perder el dinero.
Las cabinas de los aviones están totalmente presurizadas para que no haya reducción de oxígeno, así que en teoría no debería haber problema. En aviones pequeños y avionetas esa reducción puede ser perjudicial, lo que provocaría una aceleración de la frecuencia cardíaca que puede afectar al bebé. Si tu embarazo es sano puedes tolerarlo, pero para evitar riesgos es mucho mejor que evites viajar en pequeños aeroplanos. Un vuelo a más de 3.000 metros de altura puede también ser perjudicial para ti y para tu bebé.
Contrariamente a lo que se piensa, los escáneres de Rayos X a los que debemos someternos antes de entrar en el avión no son perjudiciales ni para ti ni para tu bebé, pero si quieres quedarte más tranquila puedes pedir que un miembro de seguridad que sea mujer te revise para evitar las radiaciones.
En cuanto al viaje en sí, ten en cuenta los siguientes consejos para viajar en avión estando embarazada:
En resumen, en general es seguro viajar en avión estando embarazada, sin embargo debes consultar la política de la aerolínea pues por ejemplo las que forman parte de IATA recomiendan no viajar después de la semana 36 de embarazo y durante los 7 días siguientes al parto. Y si vas a volar siguiendo las recomendaciones anteriores no tendrás ningún problema.
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