

Decorar la habitación del bebé puede ser muy divertido y emocionante para sus padres. Si no conoces el sexo del bebé, no te precipites con los colores y en escoge gamas intermedias como verdes, azules o amarillos. Aunque cada vez se elude más la dualidad rosa- azul y se utilizan otras tonalidades. Podrás encontrar pinturas fuertes, suaves y de todos los colores pero opta por los tonos pastel o los colores suaves que aportan mayor tranquilidad al ambiente. Además de los colores, puedes utilizar diferentes temáticas para decorar las paredes como figura geométricas, jardines, ambientes submarinos o nubes. No tendrás ningún problema en combinar ambos.
La habitación de cualquier bebé ha de reunir determinadas condiciones que son imprescindibles. Elige un cuarto no demasiado amplio y con iluminación natural. Después dótalo del inmobialiario imprescindible, evita la sobrecarga de objetos y conviértelo en una estancia cómoda, agradable y sobre todo segura para el pequeño.
Durante los primeros meses de vida, el bebé necesitará su cuna, un cambiador y un armario. A medida que crezca puedes añadir un baúl donde guardar sus juguetes. Procura que la luz no inoportune al bebé durante el sueño, pero no le dejes a oscuras o se sentirá desorientado. Puedes comprar una lámpara especial con formas que avancen, poner pegatinas que brillen en la oscuridad en la pared para distraerlo o poner luces especiales en los enchufes. Si deseas poner cortinas o stores en las ventanas, elige aquellas que estén hechas con materiales que no atrapen el polvo y la suciedad.
La seguridad es quizás lo más importante a tener en cuenta a la hora de acondicionar la habitación del bebé. Protege los enchufes y evita que sufra cualquier daño con las esquinas de las paredes o de los muebles redondeando éstas con espuma. No dejes a su alcance medicamentos u objetos que pueden romperse con facilidad o llevarse a la boca y atragantarse.
Decorar la habitación del bebé es todo un reto y requiere ganas y paciencia. Previamente márcate un presupuesto determinado y no te excedas, es mejor que sobrecargues al bebé con cariño y atenciones que no con objetos materiales.