- Si estás embarazada, puedes alternar un agua oligomineral con otra más rica en sales (siempre baja en nitratos y sodio), con un PH ligeramente ácido, mejor para favorecer los procesos digestivos.
- Si ya tienes a tu bebé y es para diluir la leche en polvo, lo mejor es que utilices aguas poco mineralizadas, con un residuo seco muy bajo (en este caso, es mejor no usar agua del grifo)
- Para tu hijo, si es muy movido y hace ejercicio, puedes darle un agua más mineralizada, y rica en bicarbonatos, que compensa la pérdida de sales.
El agua, fundamental para la salud de tu hijo
18 febrero 2010 | Por maria duque
El agua es fundamental para la hidratación del organismo. Si es importante para los adultos, imagínate para tu bebé. Para que te hagas una idea, ten en cuenta que mientras en el cuerpo de un adulto el 65% es agua, el porcentaje aumenta hasta un 80% en el caso de un bebé.
El hecho de que los niños estén sometidos a un crecimiento constante hace que necesiten más agua. Y es que beber agua es algo necesario, no lo olvides. Para empezar, porque es fundamental a la hora de digerir y absorber los alimentos, porque permite el intercambio de oxígeno y anhídrido carbónico, ayuda a mantener constante la temperatura del cuerpo... En fin, que es fundamental. A la hora de elegir el agua más adecuada para el bebé, nos pueden surgir dudas, ya que aunque todas las aguas nos puedan parecer iguales, en realidad no lo son. Lo que está claro es que el agua es la bebida más natural y adecuada (no tiene calorías, hidrata, quita la sed...) Muchas veces nos planteamos si es mejor el agua del grifo o la mineral. La respuesta depende del gusto de cada uno. En realidad, no hay razones para evitar beber agua del grifo. Pero si te decides por el agua mineral, lee la etiqueta con atención, sobre todo para fijarte en el contenido en sales que tiene y elegir la que mejor se adapte a las necesidades del niño.
