

Los masajes para bebés estrechan los lazos entre él y sus padres creando un importante vínculo afectivo. Debes colocar al bebé en una superficie suave y debe permanecer abrigado en aquellas zonas que no vas a masajear. Es adecuado aplicar los masajes horas después a haberlo alimentado para que ningún movimiento altere su digestión. Las palabras de la madre estimulan los sentidos de los bebés. Durante los masajes deben tener total libertad de movimiento así que deja que ellos mismos adapten la postura que más les guste.
Un buen masaje para la cabeza tiene como base estimular suavemente la frente y la sien del bebé así como delicados movimientos circulares en párpados, nariz o mejillas. Realiza iguales ejercicios en sus hombros, espalda y piernas, siempre con mucha suavidad. La legendaria marca Jonhson & Jonhson incluye vídeos educativos en su página web sobre cómo hacerlo.