

Los niños a partir de los 18 meses ya pueden sostener un lápiz de color y realizar trazos, a los 24 meses pueden imitar líneas o círculos y a los 36 copiarlos. No es hasta los 3 años cuando los críos hacen atisbos de copia de la figura humana, sin embargo poner a los bebés en contacto con la pintura puede ser una gran fuente de desarrollo psicomotriz.
La pintura que debemos usar es gorda, para que pueda agarrarla con más facilidad, que no ensucie y que no tenga elementos que se puedan desprender de ella para que no resulten peligrosos y puedan ser ingeridos por los pequeños por accidente. Yo recomendaría las clásicas Plastidecor, por la cantidad de colores y porque reune todas las condiciones que acabo de citar.
Otra pintura para bebés que podría indicarse en ese caso son las ceras de Crayola por ejemplo, algo más gruesas que las anteriores y más blandas, por lo que permiten al niño notar las variaciones en el pulso. También es interesante el contacto con pintura de dedos, sin plomo por supuesto e ideal para que el niño disfrute de las texturas. Este tipo de pinturas están mejor indicadas que los rotuladores por ejemplo, que dicho sea de paso son más difíciles de eliminar si nuestro pequeño se sale de la raya.
No os preocupeis por el soporte, no importa que el papel ya esté usado, sólo divertíos en familia.