La fiebre en sí, no es una enfermedad, es un síntoma; es el incremento de la temperatura corporal, debido a la elevación del punto establecido como termorregulación, como parte de la reacción de la respuesta inmune.
Desde el punto de vista clínico, el promedio de temperatura corporal normal corresponde a una temperatura oral de 37º C., la temperatura rectal es aproximadamente de 37º C. y la temperatura axilar aproximadamente es de 36,5º C.
La temperatura corporal puede sufrir ligeras variaciones como resultado de cambios normales en la temperatura diurna de alrededor de 0.5º C.; siendo más altas en horas tempranas de la noche y más bajas en horas tempranas de la mañana. La fiebre se produce como consecuencia de una alteración del mecanismo que regula la termorregulación en respuesta a varios estímulos y que pueden ser infecciosos o no infecciosos que desencadenan la respuesta inflamatoria.
Las causas del aumento de fiebre pueden ser debidas a diversas causas:
Exceso de temperatura
Desajustes de incubadora
Fototerapia
Exceso de luz solar
Habitaciones o vehículos cerrados
Exceso de ropa
Trastornos de hidratación
Aporte pobre de agua, problemas de amamantamiento, fórmulas concentradas
Pérdida de agua por enfermedad diarreica aguda o diabetes insípida.
Trastornos del metabolismo
Acciones médicas
Pirógenos o agentes productores de fiebre
Medicamentos, como penicilina o atropina
Vacunas
Agentes biológicos
Agentes tisulares
Quemaduras
Traumatismos
Inyecciones IM
Trastornos del sistema nervioso central y neurovegetativo
Trauma craneal
Hemorragia intracraneal
Disautonomía familiar -trastorno hereditario, que afecta a los nervios-
Infecciones
Virales
Bacterianas
Micóticas
Lo primeo que debes de hacer para asegurarte de que tiene fiebre, es usar siempre el mismo termómetro y tomar siempre la temperatura en el mismo lugar, para que los grados no varíen. Si padece fiebre, no abrigues al pequeño en exceso; refrescarle la nuca y la frente con un paño mojado con agua tibia, así como las ingles y las axilas, ayudará a bajar la temperatura.
Si la fiebre supera los 38º C., adminístrale un antipirético aconsejado por el pediatra y en las dosis recomendadas para cada edad y puedes ayudarle también con un baño de agua tibia, nunca fría y colócale una ropa ligera, para que pueda descansar mejor. Dále de beber mucho líquido para evitar la deshidratación.
Fuente Imagen: Fernando Coello Vicente/flickr
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