

Desde hace muchísimos años existía el mito de que comer algo o beber durante el parto era extremadamente peligroso, tanto para la madre como para el bebé. Muchos especialistas aducían que la ingesta podría ser causante de abortos espontáneos y otro tipo de complicaciones para la criatura en camino.
Sin embargo, un grupo de médicos y científicos del Reino Unido se propusieron estudiar esta teoría con el objetivo de ratificarla o de echarla por tierra definitivamente. Y después de varios meses de estudio han llegado a la conclusión de que la ingesta de algunos alimentos y bebidas durante el parto no acarrea peligro para la madre o el bebé.
Según estos especialistas, y basándose en una investigación realizada sobre más de 3 mil mujeres embarazadas, el consumo de ciertas comidas y bebidas no producen riesgos ni beneficios al parto. De modo que se refuta completamente el mito de las complicaciones causadas por este consumo.
Está más que claro que las madres no pueden ingerir cualquier cosa mientras están dando a luz, pero esta información es muy interesante y puede ayudar a que las mujeres embarazadas no terminen agotadas y famélicas después de traer al bebé al mundo.
Por supuesto que muchos médicos y padres todavía se muestran reticentes a estos resultados. Pero todo indica que con el paso del tiempo esta práctica se irá masificando en todo el mundo y les permitirá a las madres disfrutar de mejor forma de un proceso tan hermoso y cansador como es el parto.
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