

Es necesario valorar los síntomas que se producen; en la mayoría de los casos, la fiebre escarlata muestra una progresión a través de aproximadamente seis días. Los primeros signos que se observan son fiebre, o quejas de dolor de garganta, la cual se se verá roja; en algunos casos, podrás notar agrandamiento de los ganglios linfáticos en el cuello.
Debes de estar atenta a una erupción de color rojo brillante que aparece en la cara, que la mayor parte de las veces no se producirá alrededor de la boca, ya que es un signo distintivo de esta condición particular y que aparece generalmente alrededor del segundo día.
Comprueba la lengua del niño alrededor del tercer día, la lengua también aparecerá de color rojo brillante, y a menudo se llama lengua de fresa. La erupción también se extenderá a otras áreas del cuerpo y especialmente en los pliegues corporales, creando una erupción incómodo que afecta el cuello, pecho y espalda, y más tarde a las extremidades.
Observa si entre el tercer y sexto día, la erupción presenta señales de desecación o descamación, la cual continuará hasta los diez a catorce días; durante este periodo de tiempo también disminuirán gradualmente los signos de enrojecimiento.