

Las quemaduras varían en su gravedad y se clasifican por grados:
1) Quemaduras de primer grado, que afectan sólo la capa externa de la piel; aparecerá rojez e hinchazón y un poco de dolor.
2) Quemaduras de segundo grado, afectan a la primera y segunda capa de la piel; aparece en color rojo brillante, inflamada y con ampollas, y con un dolor intenso.
En pequeñas quemaduras de primer y segundo grado, retira toda la ropa de la zona lesionada; en el caso de una quemadura química, deberás de lavar la zona con agua durante varios minutos, antes de quitar toda la ropa. Deja correr el agua fría sobre la herida durante, al menos, cinco minutos o hasta que aminore el dolor y coloca una toalla húmeda sobre la quemadura para mantenerla fresca.
No debes de romper ampollas, en caso de que existan, ya que hará la zona más vulnerable a la infección. Seca suavemente la piel y cúbrelo con una venda o gasa estéril antiadherente para proteger la piel y acude al pediatra, él te aconsejará lo más recomendable.
3) Quemaduras de tercer grado, afectan a todas las capas de la piel y el tejido subyacente. Los nervios en la piel están dañados y la herida debe de ser tratada por el médico.
En grandes quemaduras de segundo y tercer grado, debes de quitar la ropa, excepto si está adherida a la herida. Lava las partes quemadas con agua y aplica paños fríos y húmedos periódicamente para mantener las heridas frescas; seca suavemente las heridas y coloca una gasa esteril, tratando de mantenerlo confortable y cálido para evitar un choque y avisa rápidamente a un médico.
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