

Primeramente, antes de plantearte la decoración, se ha de saber el espacio exacto con el que se cuenta y elegir unos colores adecuados. Hay que tener en cuenta que serán los que vea durante sus primeros meses de vida, es importante que le alegren pero a la vez que le transmitan tranquilidad y le estimulen. Otra cosa importante es conocer el sexo de bebé, si aún no lo sabe puede elegir colores más neutros o motivos que no indiquen un sexo, como los ositos o el cielo. Si en vez de empapelar toda la pared utilizas pequeñas pegatinas o tiras con dibujos no sólo serán más fáciles de quitar cuando crezca sino que además será más barato y menos recargado.
La habitación de un bebé debe ser agradable, cálida y extremadamente segura. Hay que evitar en todo momento que pueda hacerse daño. No hace falta comprar los muebles más selectos, por lo general los sencillos quedan mejor y además su precio es más reducido. Es mejor intentar reutilizar muebles viejos, pero si prefieres comprarlos, ten en cuenta que los meses pasan muy rápido y cuando menos te lo esperes tu hijo dejará de ser un recién nacido y la decoración de su habitación podría quedarse anticuada. Piensa a largo plazo.
no entiendo nada