

La piel del recién nacido es muy sensible y delicada, por ello, en ocasiones aparecen manchas, de muy distinta índole, durante las primeras semanas de vida. Hoy destacamos las más comunes, la mayoría de ellas inocuas para el bebé y que desaparecen por sí solas con el tiempo.
Manchas de la cigüeña o parches de salmón: Son pequeñas manchas rosadas o rojas que se encuentran a menudo en los párpados, entre los ojos, en el labio superior y en la parte posterior del cuello de un bebé. El nombre viene de las marcas en la parte posterior del cuello donde, como el mito dice, puede que una cigüeña haya agarrado al niño. Están causadas por una concentración de vasos sanguíneos inmaduros y pueden ser más visibles cuando el bebé está llorando. La mayoría de estas manchas se borran y desaparecen completamente con el paso del tiempo.
Manchas azules o Mongólicas: Más del 80 % de los bebés indios, asiáticos y afro-americanos tienen manchas mongólicas, pero se presentan en los bebés de piel oscura de todas las razas. Las manchas están causadas por una concentración de células pigmentarias. Suelen estar en la parte baja de la espalda y tener forma redondeada. Puede ser una sola o varias, muy pequeñas o bastante grandes.
Algunos padres piensan que se deben a algún golpe durante el parto, pero no es así. De todos modos, no son preocupantes pues lo normal es que desaparezcan a lo largo del primer año.
Manchas de “fresa”: Se trata de una zona protuberante, inflamada o elevada, de color rojo oscuro o brillante que se parece a una fresa.. Su nombre médico es hemangioma, éstos se forman por una concentración de diminutos vasos sanguíneos inmaduros. La mayoría salen en la cabeza. Puede que no aparezcan al nacer, pero a menudo se desarrollan en los dos primeros meses. Los hemangiomas de fresa son más comunes en los bebés prematuros y en las niñas. Estas marcas de nacimiento a menudo aumentan de tamaño durante varios meses, y luego empiezan a borrarse gradualmente. Casi todos los hemangiomas de fresa desaparecen completamente antes de los nueve años de edad.
Nevus color “vino”: También son manchas rojas algo más oscuras que se van apagando, pero persisten en el adulto, aunque son poco evidentes. Se detectan cuando el niño se enfada o se pone colorado. Se localizan en los mismos sitios que las manchas de "fresa", por lo general.
Nevus color “café con leche” y Nevus melánicos: Son de color marrón, más claro en el primer caso y más oscuro en el segundo. También son benignos, pero no desaparecen. La mayoría de los niños tiene uno o dos.
En algunos casos en que haya muchos o sean muy grandes, puede tratarse de un síntoma de una enfermedad congénita hereditaria llamada neurofibromatosis o síndrome de von Recklinghausen.
Angiomas: Son manchas rojas con cierto relieve, que pueden estar presentes al nacer o no. Muchas empiezan a notarse en las primeras semanas, como una pequeña bola roja que crece y crece. Suele alarmar mucho a las familias, pero unos cuantos meses (o años) más tarde decrecen hasta casi desaparecer. Sólo hay que vigilarlos cuando son numerosos o si se encuentran en alguna parte del cuerpo más delicada, como la cara.
Aunque la mayoría de estas marcas son benignas y no representan un riesgo para el niño, siempre hay que consultar con un pediatra en caso de que aparezcan. Lo más probable es que no sean hechos relevantes y no constituyan ningún peligro, pero nunca está de más que sea un especialista quien disipe nuestras dudas. Además, en caso de tratarse de algo grave, un diagnóstico precoz es siempre una garantía.
El hijo de mi sobrino tiene una mancha roja en la parte posterior del cuello, el pediatra le dijo a mi sobrino que esa mancha significa que su bebé será super inteligente…¿qué de cierto tiene ello?
mi hija tiene 8 meses y tiene una mancha roja como de 1cm aprox pero la revisamos y el color de esa mancha esta cambiando a coor cefe y notamos como que muy ligeramentese esta abultando puede ser peligroso? gracias
Mi niña tene una mancha la cabeza en forma de fresa estoy preocupada