

Es preciso retirar del cuarto del niño todo lo que no se necesite realmente para atenderlo. Al igual, que los muebles deben lavarse a menudo con jabón y agua, exponiéndolos al sol y al aire libre.
Para la cama del pequeño, conviene emplear pintura que no contenga plomo pues el niño puede morder la cerquita e ingerir pintura, y si ésta contiene plomo puede envenenarse.
El cuarto de la criatura debe contener los siguientes objetos:
- Cama o camita y ropa de cama.
- Mosquitero para cubrir toda la cama (si las ventanas no están provistas de tela metálica). Tocador o cómoda para la ropa.
- Cama o canapé para la nodriza o la madre, a fin de que pueda dormir en el mismo cuarto en caso de que se enferme eJ nene. Termómetro de pared. Silla baja para la madre.
- Mesa plegadiza o estacionaria para bañar y vestir al nene. Utensilios para el baño.
- Artículos de tocador (que deben guardarse en el cuarto de baño de ser posible)
- Un cesto con tapa para la ropa sucia.
- Una sillita retrete; o para el nene mayor un asiento de retrete con su respaldar y lados que puedan asegurarse firmemente al retrete corriente, con una correa de seguridad para sugetar al nene, y un banquito para los pies.
Otros artículos útiles:
- Percha.
- Balanza de mesa.
- Mampara.
- Refrigerador.
- Termómetro para el baño.
- Una sillita y una mesa.
- Barrera abisagrada delante de la escalera.
El primer requisito es que el bebé tenga su cama independiente. El primer lecho puede ser una camita improvisada, un canasto plano y grande de los de ropa, o hasta una caja de madera. Como colchón pueden emplearse varios dobleces de una tela acolchada de algodón, o una frazada de algodón, pero deben ser limpias, blandas y lisas.
El canasto o caja debe ser colocado en una mesa o en dos sillas juntas de manera que puedan amarrarse las patas delanteras, pero jamás debe dejarse en el piso mientras la criatura lo ocupa.