

A fin de que el bebé pueda estar debidamente cubierto de noche y vestida como procede durante el día, debe conocerse la temperatura del cuarto, para lo cual debe colocarse un termómetro en una pared del interior a la altura de la cama, o sea aproximadamente a 90 cm del suelo.
No se coloque cerca de la fuente de calefacción si existiera. La ropa y las prendas del bebe deben usarse de acuerdo con la temperatura de la cuna o el lugar donde duerma, la cual debe conservarse a uniforme en tiempo frío.
Un bebé de corta edad, menos de 3 meses, necesita un cuarto más caliente que una mayor o más robusta, por lo tanto, deben ser los padres quien se encarge de favorecer todas las condiones al bebé.
Especialmente en las primeras semanas de vida la temperatura del cuarto debe ser de 21 a 24° C de día y de noche, mientras que para los niños mayores y más fuertes de día puede ser de 20 a 21°, y de noche de 12.8 a 15.5° C.
Protéjase a la criatura por medio de mamparas o biombos contra las corrientes de aire frío. La temperatura y la humedad del cuarto deben mantenerse tan uniformes como sea posible. Los calentadores de petróleo o eléctricos resultan convenientes para facilitar con rapidez calor temporal.
No se emplee un calentador de gas en el cuarto de una criatura a menos que no haya otra manera de calentarlo rápidamente, pues se corre el peligro de que haya alguna fuga y expida vapores venenosos que son muy peligrosos; una ligera fuga día tras día puede enfermar seriamente a cualquiera que y esté expuesto a respirar los gases.
En el verano, cuando hace mucho calor, debe mantenerse a la criatura en la parte más fresca de la casa o de la galería poniéndole únicamente ropa muy liviana, tal como una camisa sin mangas y un pañal, o hasta un pañal solo.
En verano, pueden emplearse ventiladores eléctricos para mantener en movimiento el aire, colocándolos a una altura suficiente para que estén fuera del alcance del niño, e inclinados a fin de que la corriente de aire dé en el cielo raso. Los ventiladores de hojas de goma son menos peligrosos que los de hoja de metal.