

En primer lugar no debes sentirte culpable por el cambio, además la leche de fórmula (y esto ha sido comprobado científicamente) cuenta con los nutrientes y las calorías que los bebés necesite. Lo unico que no cuentan es con los anticuerpos que tiene la leche materna que puede ayudar al bebé a compartir algunas enfermedades, pero esto puede reemplazarse de otra manera, lo importante es que consultes con el pediatra.
Para el cambio deberás ir acostumbrando al pequeño al biberón poco a poco. Cuanto más espaciosa sea la toma del pecho menor será la producción. Con respecto al biberón deberás dárselo con la misma frecuencia que le dabas el pecho, además para tu hijo es muy necesario encontrarse cerca de ti.
En el mercado existen diferentes leches de fórmula, seguramente tu pediatra te aconsejará cuál es la más aconsejada para tu pequeño. Algunas de las fórmulas están fortificadas con hierro, lo que seguramente te aconsejará el médico.
Otras leche de formulas están creadas a partir de la leche de soja (en lugar de leche de vaca). En el caso de bebés alérgicos o que tengan intolerancia a la lactosa la leche de soja es una buena opción.
Ten presente que no es lo mismo la leche de vaca y la leche de soya común que la leche de fórmula hecha a partir de leche de vaca y leche de soya. En el primer caso no cuentan con los nutrientes necesarios, los bebés menores de un año que toman leche comunes pueden llegar a tener problemas vinculados con la retención de hierro.
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