

Consejos para controlar el dolor del parto
Lo primero es la actitud, si vamos con miedo nos provocaremos a nosotras mismas tensiones musculares y emocionales, lo que por otro lado nos lleva a sufrir más dolor. Para sacarnos ese miedo hay que informarse, debemos saber que nuestro cuerpo está preparado biológicamente para llevar a cabo ese proceso.
Entre contracción y contracción debemos concentrarnos en relajar nuestros músculos para que no nos resulten tan insoportables. No pienses en que ya llega la siguiente contracción, te impedirá relajarte y es una idea que favorece en el desasosiego.
Algo que puede ayudar a nuestra mente es la música ya que reduce los niveles de estrés e introduce ritmo en el parto, incluso puede distraernos del dolor.


Alternativas a la epidural
Existen técnicas alternativas a la epidural que con el tiempo han ido demostrando ser muy eficaces y contribuyen al bienestar tanto de la madre como del bebé, sin contar con que evitamos el uso de medicamentos.
Por ejemplo el agua, los baños y duchas de agua caliente suavizan el dolor y reducen la ansiedad que sufre la madre. Además, el período de dilatación se hace más breve y la también lo hace la necesidad de medicamentos. Se considera que la temperatura del agua no debe superar los 37 grados y no debe permanecer en el agua más hora y media o dos horas.
Los ejercicios de respiración y relajación parecen tan básicos que en muchas ocasiones apenas les damos importancia, pero la tienen. Con ellos lograremos disminuir la tensión muscular y la ansiedad psicológica. Éste método necesita ser trabajado y aprendido durante la gestación, para así poder realizarlo correctamente y que nos resulte útil.


Los masajes son perfectos para relajar los músculos. Lo ideal es que los realice la matrona, sobre todo si son en zonas delicadas. Pero si tu pareja o la persona que te acompañe puede ayudarte masajeando tus piernas o tus brazos, mejor.
El hecho de poder moverse libremente ayuda mucho durante la dilatación, poder cambiar de postura a su antojo y ponerse de la forma que le resulte más cómoda en cada momento puede aliviar a la parturienta en gran medida.
Como puedes ver hay diversas técnicas que pueden ayudarnos a calmar nuestros dolores durante la dilatación, sólo es cuestión de elegir la que mejor nos convenga y procurar relajarnos para que nuestros músculos lo hagan también. Busca pensamientos positivos en los que apoyarte y recuerda en todo momento que puedes con ello.
Esperamos que estas técnicas para controlar el dolor del parto sin epidural te sean de utilidad.