

Hasta los 7 meses de gestación podrás volar sin ningún problema en los aviones si tienes un embarazo normal. ¿Por qué siete meses? Básicamente esto es debido a regulaciones de cada empresa y de la duración del vuelo a realizar, ya que no hay médicos a bordo para la atención de un parto de urgencia.
En un embarazo sin complicaciones, un bebé sano puede tolerar perfectamente una disminución del nivel de oxígeno ambiental por períodos cortos, pero en casos de embarazos complicados con enfermedad placentaria, como por ejemplo madres con hipertensión arterial, preeclampsia, diabetes, embarazos múltiples o retardo del crecimiento intrauterino, un vuelo a más de 3.000 metros de altura puede ser perjudicial para la salud del bebé.
Otro hecho que puede temer una mujer embarazada es los detectores de metales que se deben pasar antes de entrar a la sala de embarque. Pero debes saber que las radiaciones de estos equipos son no ionizantes y no implican riesgo alguno a tu bebé.
A continuación te presentamos algunos consejos a la hora de viajar en avión:
- Durante el vuelo es muy importante no permanecer sentada por períodos superiores a las dos horas. Debes realizar caminatas para evitar la acumulación de líquido en piernas.
- Si en el avión hay posibilidad de ocupar dos asientos, lo ideal es la posición acostada sobre tu lateral izquierdo, que previene la compresión del útero sobre la vena cava, que es la que recoge la sangre proveniente de los miembros inferiores hacia el corazón. También puedes elevar tus piernas sobre el otro asiento cuando te canses de estar acostada.
- Usar calzado y ropa cómoda además de medias elástizadas ya que ayudará a tu circulación sanguínea y aliviará la hinchazón en las venas.
- Es conveniente no acarrear con mucho equipaje, y en este caso si es necesario se aconseja pedir ayuda al personal del aeropuerto.