El vínculo afectivo con tu bebé

22 diciembre 2009 | Por maria duque

Desde que estás embarazada, empiezas a crear un vínculo con el bebé. Un vínculo que poco a poco, va a ir cambiando y desarrollándose.

Ver 0 Comentarios

Un vínculo de ida y vuelta, ya que igual que tú, a lo largo del embarazo, puedes sentir cómo se mueve, él puede (a partir de las 20 semanas) escuchar los ruidos del exterior e incluso sentir tu tacto a través de las caricias en la barriga. Esta es la razón por la que al nacer, el bebé reconoce a sus padres y prefiere su tacto y su voz al de cualquier otro. La verdad es que, aunque pueda parecer un tópico, es importante que "hables" con tu tripa, que la toques, la acaricies... Porque tu bebé puede sentirlo en el interior. ¿Y cuando nace el bebé? Una vez que tengas al bebé en tus brazos, el vínculo entre vosotros va a seguir evolucionando y haciéndose cada vez más fuerte. El tacto es algo que le transmite mucho, por lo que si lo tocas lo harás sentirse más seguro y gracias a ese contacto, aumentará la producción de endorfinas, con lo que se sentirá mucho más querido. Al principio, el bebé no ve más lejos de unos 25 centímetros, por lo que es muy importante que te acerques a él para que pueda verte bien. Además, a los bebés les gusta mucho ver las caras, por lo que puedes estimularle de esta manera. Poco a poco, irá aprendiendo a seguirte con la mirada. Cuando el bebé llora y tú le consuelas, también se está reforzando el vínculo entre vosotros, ya que irá aprendiendo que tú estás a su lado y que le apoyas. Hasta que crezca un poco, es importante que le hables con suavidad, de forma que sienta que te tiene a su lado, de forma que vaya ganando seguridad. Y poco después, el bebé interactuará mucho más contigo, te devolverá muestras de afecto, se sentirá reconfortado en tus brazos... Imagen de tostadophoto sujeta a Licencia CC

Contenidos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *