

En primer lugar te diremos que adoptar a un niño es una de las maneras de adquirir la filiación, cuando uno lo hace es de manera permanente y este hijo tiene todos los derechos de un hijo natural. La adopción siempre requiere una intervención estatal, es decir, es imprescindible que sea en un ámbito legal. Otro de los puntos a tener en cuenta, es que el interés del pequeño prevalece sobre cualquier otro tipo de interés que pueda surgir.
Para poder adoptar, las personas deben estar en pleno ejercicio de los derechos civiles, o sea, que tenga la capacidad judicialmente. Tendrá que ser mayor de 25 años y 14 años más que la persona adoptada. En el caso de que la adopción sea hecha por una pareja, bastará que uno de sus miembros cumpla esta normativa referida a la edad.
No podrán adoptar las personas que hayan sido privadas legalmente de la patria potestad sobre el menor y tampoco, las personas que fueron destituidas de un cargo tutelar.


Para poder ser adoptado un niño no puede estar emancipado. Para darse una adopción el menor debe:
Tener a sus padres privados de la patria potestad.
Los padres deben estar de acuerdo con la adopción.
Si son niños abandonados cuando nacieron debe pasar 1 mes entre la conformidad y la adopción. Niños con padres desconocidos que fueron abandonados y no se sabe quiénes son los padres. Si el abandono se da durante el parto, debe pasar un mes para esperar que la madre reclame al pequeño.
Para comenzar con la adopción se deberá presentar una solicitud en el Servicio de Protección de Menores de su Comunidad Autónoma. Este pedido debe ser acompañado de algunos certificados, como certificados de nacimiento, antecedentes penales, declaración de renta y patrimonio, etc. En caso de que pasen este primer paso, deberán iniciar un expediente de propuesta previa de adopción, la cual, será remitida a la autoridad judicial. Siempre es conveniente consultar con un abogado. Él te ayudará con la parte del papeleo.
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