El proyecto, impulsado por el diputado Luis Bruni, establece que el gobierno provincial deberá organizar un plan de intercambio en el que los juguetes bélicos serán entregados a cambio de recibir juguetes u otros objetos que promuevan el desarrollo de actividades creativas y pacíficas.
La medida, según los responsables de la propuesta, pretende disminuir los niveles de violencia que existen en la sociedad actual, especialmente en los niños. Los detractores de estos juguetes creen que crean en la mente de los pequeños la ilusión de ser objetos cotidianos y, por tanto, ven con normalidad el uso de las armas.
En los últimos años, la polémica de los juguetes bélicos ha sido protagonista de la actualidad en Latinoamérica. Países como Bolivia, Venezuela y Guatemala ya lo contemplan en su legislación. En Argentina, el Programa Nacional "Cambiemos por la paz" llegó a destruir 15000 armas de juguete infantiles, apoyado por la UNESCO y UNICEF.
La polémica está servida: ¿debemos dejar que nuestros hijos jueguen con armas de fuego de juguete?, ¿estos juguetes incentivan a los niños a ser más violentos?
