

Cuando llevas a tu hijo al pediatra, él realiza una exploración del crecimiento desde que nace hasta que llega a los 8 años (aproximadamente). En esta exploración se tienen en cuenta datos como el peso, longitud y perímetro craneal del niño.
Las tablas que más se usan son las que muestran el peso y la talla en base al sexo. En el eje horizontal de la tabla se representa la edad del bebé y en el eje vertical el peso o la tallas. Cuando se cruzan los datos en una línea de percentiles del gráfico representadas con números (3, 10, 25, 50, 75, 90 y 97).
Así se refleja el peso o la talla comparándola con otros bebés de la misma edad. Es muy frecuente que escuchemos a los padres hablar orgullosamente de los altos percentiles de los niños, como si fueran datos excepcionales o que merecen una admiración especial. Pero esto no es así.
Como señalan los médicos para la correcta interpretación es que los percentiles de talla y peso se encuentren acordes entre los dos y que se mantienen similares a lo largo de las primeras etapas del bebé, sin que se vean cambios muy significativos (si en la baja ni en la suba).
Desde la Organización Mundial de la Salud aconsejan usar la tabla o gráfico de percentiles ya que permiten diagnosticar un posible problema vinculado a la obesidad y sobrepeso o en el caso contrario a la desnutrición.
Según lo anunciado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria los pequeños que nacen (a partir de la 40 semana) tienen una talla normal si superan los 47 centímetros y un peso que parte de los 2.5 kilos. Los que tienen un talle o peso inferior pueden haber nacido con algún tipo de problema que normalmente se equipara durante el primer año de vida.
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