

Si están pensando en transformar algún área del hogar en “cuarto de juegos”, aquí les dejamos algunos consejos básicos que pueden ser muy útiles como guía:
Lo primero es ver cuál será el espacio más apto para que los pequeños jueguen. Puede ser su habitación, algún dormitorio desocupado, parte de la sala o el comedor. Lo mejor es que sea un lugar donde los niños tengan un buen espacio y no resulte incómodo para el resto de la familia.
Una vez destinado el lugar, es necesario corroborar que tenga una buena iluminación natural durante el día y que no quede a oscuras durante la noche. Los niños pueden ponerse a jugar a cualquier hora y necesitan mucha luz para hacerlo.
El orden es primordial en una sala de juego, y se le debe inculcar a los pequeños que tienen que guardar sus juguetes una vez que finalizan sus actividades. Un baúl o caja grande es recomendable para que coloquen allí todos sus elementos.
Los libros de cuentos o de colorear son muy utilizados por los niños, por lo cual hay que tratar de disponer una pequeña mesa donde se sienten a leer o pintar. Si no tienen espacio, pueden poner un colchón enrollable en el piso para que se recuesten y hagan sus actividades allí.
Por último, siempre tengan en cuenta la seguridad del cuarto de juegos. Traten de que no queden cables ni elementos punzantes que puedan lastimar a los pequeños y protejan los tomacorrientes para evitar cualquier tipo de accidente.
Imagen de Wikipedia