

Para llevar a cabo esta manifestación de sus voluntades, la madre debe estar perfectamente informada y actuar con absoluta libertad. Así, en el plan de parto quedará reflejado qué tipo de asistencia quiere recibir la madre y esta voluntad debe respetarse en todo momento, excepto si se da alguna situación de urgencia. Puedes pedirle a tu médico que lo incorpore en tu historial médico o entregarlo al servicio de atención al paciente, también puedes llevarlo contigo el mismo día del parto y si todo está en orden deberá ser respetado.
¿Qué se pone en el plan de parto?
¿Qué ponemos en el plan de parto? Pues básicamente lo que queremos que se haga de una forma específica durante el mismo. Por ejemplo las preferencias en cuanto a la presencia de ciertas personas durante el nacimiento de tu bebé. Si no quieres que entre nadie, si en cambio deseas que entre tu pareja o tu madre…
También podemos señalar nuestra elección en cuanto a los procedimientos: En este caso nos ceñiremos a cuestiones como la administración o no de un enema, la epidural, la estimulación o no del parto con medicamentos, la elección de la matrona, la ruptura o no de la bolsa amniótica, etc.


En cuanto al punto del dolor de parto no te agobies pensando que esa decisión pudiera marcar tu experiencia porque aunque señales en el plan una primera intención, siempre puedes cambiar de opinión durante el transcurso del parto. Existe un amplio abanico de opciones para paliar el dolor, algunos químicos y otros naturales. Si estamos pensando en algo poco común, como por ejemplo un parto acuático, debemos informarnos previamente de si en el hospital donde vamos a dar la bienvenida a nuestro bebé ofrecen esas posibilidades y en qué circunstancias.
Es posible que en el centro que hayamos escogido para el parto se den prácticas que no terminen de gustarnos o convencernos o incluso que nos parezcan desaconsejables, para evitarlas desde el principio sirve el plan de parto. Por ejemplo, que si no es estrictamente necesario no nos coloquen una vía en el brazo y no estar incómodas y poder gozar de movimiento.


También podemos indicar que queremos estar del todo informadas durante el proceso y como tal que se nos haga partícipe de cualquier circunstancia y, por tanto, las consecuencias y soluciones que se planteen.
En el plan de parto podemos establecer los movimientos posteriores al nacimiento del bebé, determinar si queremos permanecer junto a nuestro bebé o que nos separen en cuanto nazca o elegir si nuestro acompañante cortará el cordón umbilical son algunos ejemplos.
Si ya te queda poco para dar a luz, te recomiendo que además leas este artículo: Consejos para preparar la marcha por el parto