El tamaño que alcanza el bebé a las doce semanas es más o menos de cinco centímetros y alcanza un peso de unos catorce gramos. Por otro lado, las orejas están colocadas y los ojos bien separados, al igual que se va redondeando la cabeza.
Comienza a tener reflejos, especialmente, a la hora de tocar tu vientre. El bebé se moverá e irá tomando aspecto humano, se mostrará mucho más activo y según han demostrado experimentos científicos, empezará a desarrollar la sensibilidad táctil en la planta de los pies.
Se ve a las doce semana, que el bebé sigue creciendo y se va estilizando cada vez más, aparecen centros de formación de huesos, es decir, al bebé se le van separando los dedos de los pies y de las manos y le van creciendo las uñas de los mismos. A las 12 semanas, se define mejor el rostro e incluso, se pueden detallar los cristalinos de los ojos, así como, los movimientos respiratorios.
Se van observando gran variedad de movimientos corporales, que se hacen cada vez más aparentes, así como, el de sus miembros, aunque a pesar de ello, la madre todavía no lo nota, comenzará a notarlo entre la semana 16 y la 20.
Las estructuras formadas en el bebé siguen creciendo y el sistema digestivo y nervioso se especializa cada vez más, además de que la glándula pituitaria en el cerebro, empieza a producir hormonas, aunque siguen siendo muy vulnerables. En este período, los órganos y sistemas corporales más importantes se encuentran en formación y pueden dañarse si el feto se ve expuesto a drogas, rubéola, radiación, tabaco, y sustancias químicas y tóxicas.
Los órganos genitales externos se desarrollan y se forman los párpados, los brazos y piernas se acaban de formar completamente, como también se desarrolla la laringe en la tráquea. Hacia el final de las doce primeras semanas, los órganos y sistemas corporales del feto, se encuentran totalmente formados, aunque éste, no puede sobrevivir de manera independiente.
Imagen de: hazteoir