La higiene íntima es aún más importante cuando se está embarazada. Una pequeña infección podría ocasionar problemas en el embarazo llegando en los casos más graves a un parto prematuro. Por ello, toda precaución es poca. La mayor causa de infección en el embarazo proviene del mal aseo genital, ya que a medida que pasan los meses y la tripa aumenta, las mujeres ven más dificultad para asearse adecuadamente. Las infecciones vaginales tienen más importancia de lo que parece. En el primer trimestre del embarazo, una pequeña infección puede provocar malformaciones o enfermedades como la varicela y a medida que avanza la gestación las consecuencias pueden ser peores. No se debe limpiar la vagina por dentro, ya que para ello existe la flora vaginal y al tratar de lavarnos podemos alterarla y producir el efecto contrario al que queríamos conseguir. Simplemente céntrate en la zona exterior y utiliza jabones líquidos y especiales para la zona íntima. Tras el lavado, seca bien la piel, ya que la humedad no es aconsejable. Preferiblemente usa ropa interior de algodón y evita las prendas ajustadas. Durante el embarazo observa tu cuerpo y los cambios que puedan desarrollarse en él. Si aprecias que ha aparecido un a erupción, la zona se ha enrojecido o inflamado, te pica o te duele, acude a tu ginecólogo, ya que puedes haber sufrido una infección. La higiene íntima es aún más importante cuando se está embarazada. Una pequeña infección podría ocasionar problemas en el embarazo llegando en los casos más graves a un parto prematuro. Por ello, toda precaución es poca. La mayor causa de infección en el embarazo proviene del mal aseo genital, ya que a medida que pasan los meses y la tripa aumenta, las mujeres ven más dificultad para asearse adecuadamente. Las infecciones vaginales tienen más importancia de lo que parece. En el primer trimestre del embarazo, una pequeña infección puede provocar malformaciones o enfermedades como la varicela y a medida que avanza la gestación las consecuencias pueden ser peores. No se debe limpiar la vagina por dentro, ya que para ello existe la flora vaginal y al tratar de lavarnos podemos alterarla y producir el efecto contrario al que queríamos conseguir. Simplemente céntrate en la zona exterior y utiliza jabones líquidos y especiales para la zona íntima. Tras el lavado, seca bien la piel, ya que la humedad no es aconsejable. Preferiblemente usa ropa interior de algodón y evita las prendas ajustadas. Durante el embarazo observa tu cuerpo y los cambios que puedan desarrollarse en él. Si aprecias que ha aparecido un a erupción, la zona se ha enrojecido o inflamado, te pica o te duele, acude a tu ginecólogo, ya que puedes haber sufrido una infección.
