

Durante el primer año de vida, el bebé tiene un divertido afán de descubrir todo lo que le rodea. La mayoría de los bebés comparten una cualidad: la curiosidad. Ellos trabajarán por su cuenta pero los padres han de ayudarlos a comprender el entorno. Coge un espejo y haz que tu bebé se vea reflejado en él. Haz que se reconozca y explícale las partes de su cuerpo. Cuando lo tenga asimilado, refléjate tú con él y haz que tu bebé aprenda a diferenciarse de los demás. Otro juego que puedes realizar es el de dar vueltas en el suelo. Con él, tu bebé adquirirá autonomía y aprenderá a valerse por sí mismo sin la ayuda de los demás. También puedes coger un cuento y contárselo por medio de los dibujos que contenga. Así el bebé empezará a distinguir colores e ilustraciones.
Durante los dos siguientes años, el bebé no para quieto un momento. Tienes que fomentar su actividad pero también sus momentos de tranquilidad. Puedes gatear con él. Es un juego divertido con el que aprenderá a ir más lejos o más cerca o a ir más rápido o más despacio. Otro juego que puedes hacer es: hincha globos de colores para que aprenda a distinguirlos. Puedes hacer que dibuje algo en ellos y que vea que al hincharlos o deshincharlos su dibujo crece o se hace más pequeño. También es una buena época para que empiece a dibujar pero no le obligues, que pinte lo que quiera cuando quiera.
A partir de los tres años, los juegos empiezan a ser más de lógica para que asimile los números o las letras. Empieza a contar con él cosas y ayúdale a pintar los números. También puedes hacer juegos de parejas para que relacione frutas, colores o alimentos.
A cualquier edad es aconsejable jugar con él en el agua. Para los niños el medio acuático es un aliado y una de sus mayores diversiones. Lo importante es que el bebé se sienta agusto, disfrute y a la vez aprenda.
COMO ESTAS