

La imaginación debe ser estimulada por los padres y maestros, pero tomando la precaución de que no absorba al niño por completo, hasta tal punto que le haga distorsionar la realidad y vivir en un mundo de fantasía. Las creaciones imaginarias de los niños no deben ser echadas en el olvido; aunque es bueno que ellos desarrollen su imaginación, se les debe de prestar atención en todo momento, para contribuir a un óptimo desarrollo del niño.
Los compañeros imaginarios son la expresión más conocida y se considera totalmente normal hasta los seis años y puede ser un un amigo o una mascota. Aunque esto no daña al pequeño, sí demuestran la necesidad de compañía infantil, a pesar de que su relación con sus padres sea buena; también son necesarias más oportunidades de juegos con otros niños de su edad.
Muchas veces los adultos intimidan el proceso creativo del niño sin darse cuenta, porque están muy atados a la realidad y se muestran temerosos ante la imaginación de los niños, ya que los mayores establecen una batalla entre el mundo en el que vive y la fantasía y eso se transmite al niño en la convivencia diaria, pero lo que le debe de hacer ver al niño, es que tanto imaginación como realidad pueden convivir juntas.
La imaginación es una de las herramientas más valiosas que en la infancia es de vital importancia para su desarrollo y su creatividad, importante en los juegos y en cualquier expresión que ayude al niño a expresarse y disfrutar.
Fuente Imagen: Psicoloco/flickr