Arroró, mi nene, arroró, mi sol, duérmete, pedazo de mi corazón. Este lindo niño
no quiere dormir porque no le traen la flor del jardín. Duérmete, mi niño, duérmete, mi alma, duérmete, mi amor. Al arrurrú, duerme mi sol, al arrurú, duerme mi amor, que si no duermes, vendrá el ratón. Al arrurraca, ya parió la vaca, cinco terneritos y una garrapata.
En según lugar os pasaremos la letra de la nana del elefante, de Edith Mabel Sosa:NANA DEL ELEFANTE
Nana del elefante, nana chiquita… sueña que tiene alas suaves…finitas… Que juega entre las nubes cruzando el cielo, que juega a la escondida con los luceros. Nana del elefante que está durmiendo… como sueña que vuela duerme sonriendo.
Y, por último, disfrutaremos con el arroró con arenitas, una nana típicamente Sudamericana de Yamila Cafrune y Coral Junin:ARRORÓ CON ARENITAS
Ha llegado el arenero arenitas me tiró y me pican los ojitos cuando canto el arrorró. Ha sacado de la bolsa arenitas y arrorró mi muñeca ya se duerme y también me duermo yo. Una estrella chiquitita en el cielo apareció es como una lucecita que mamita no apagó. ¿De qué playas, arenero traes los sueños para hoy? Arrorró con arenitas mi muñeca se durmió. Arrorró con arenitas y también me duermo yo.
Cuando vayas a cantarle la nana a tu hijo no te debes preocupar por la afinación, sino por el amor que le vas a trasmitir en cada frase. Además, lo mejor es acompañar la melodía con suaves movimientos físicos, meciéndolo en tus brazos o en un moisés, los suaves movimientos le harán sentir que aún se encuentra en tu vientre. Foto | Flickr