

Sujeta a Licencia CC de Atribución. Autor: Diluvi
Todas hemos oído hablar de los antojos o los hemos sufrido durante el embrazo, pero ¿qué son? Y, en que medida son pueden afectar a la mamá o al pequeño. Hoy os lo explicamos. Los llamados "antojos" son repentinos ataques de hambre, que se manifiestan incluso pocos minutos después de haber comido, y que dependen de los cambios hormonales que se producen en el organismo durante el embarazo. Según los especialistas en el tema, estos antojos deben satisfacerse siempre que uno sienta la necesidad, excepto si existen problemas de salud o de sobrepeso. Sin embargo, hay que hacer una recomendación: es mejor elegir alimentos poco elaborados, que proporcionan una dosis adecuada de energía y que no dificultan la digestión. Entre los más comunes encontramos: Los dulces, que se pueden tomar pero con moderación. Especialistas en nutrición y ginecólogos opinan que se puede comer con tranquilidad pasteles hechos en casa y otros dulces caseros, aunque siempre sin exagerar y en las cantidades adecuadas. También los alimentos salados que, según un estudio realizado en Suiza y Alemania, elevan las concentraciones de sales en el organismo, expandiendo, así, el volumen del plasma. En el caso de las mujeres con sobrepeso, es aconsejable limitar el consumo de dulces y dar preferencia a alimentos menos grasos y poco calóricos, aunque no por ello menos agradables al paladar, como, por ejemplo, la fruta y las verduras. También se aconseja reducir el consumo de alimentos fritos, salsas demasiado grasas, dulces sofisticados y bebidas gaseosas, demasiado azucaradas o calóricas. Y por todo esto, no hay que hacer caso a las creencias populares que aseguran que los antojos de las madres son los causantes de las manchas de la piel de los niños. Éstos “antojos” son angiomas o malformaciones vasculares congénitas derivadas de la dilatación capilar. Así que, si tienes un antojo y no sufres de ninguna intolerancia alimenticia, puedes comer cualquier cosa.