

Cuando una mujer descubre que está embarazada, lo aconsejable es que acuda al ginecólogo para que le proporcione una serie de pautas a seguir tanto para la futura madre como para el bebé. El primer trimestre de un embarazo es la época más sensible porque cualquier agresión puede dañar al feto y ocasionar malformaciones en el bebé. Además no hay que olvidar que en esos meses los órganos del bebé se están formando.
Las malformaciones del bebé pueden ser de dos tipos. Por un lado, aquellas que afectan a aspectos físicos del pequeño, es decir, en su aspecto externo. Por otro, las que afectan a órganos o alteraciones de las células o genes. De todas maneras, son todos trastornos que inciden en el desarrollo y crecimiento del bebé en un futuro.
Cada malformación del bebé tendrá un tratamiento concreto y que será complejo. Hay que evaluar la gravedad o los riesgos que corre o puede correr el pequeño. Muchas de las malformaciones en el bebé pueden ser tratadas gracias a los numerosos avances de la cirugía. Sin embargo, otras no. No obstante, no hay que la Medicina está en constante evolución y aunque la completa curación sea difícil, los efectos se mitigarán en gran parte.