Por más que muchas veces pongamos empeño puede ser que bajo alguna circunstancia particular lo niños quieran actuar como se les da la gana, sin escuchar nuestros consejos. Es en estos momentos cuando debemos armarnos de paciencia y repetir hasta el cansancio lo que es correcto.
Nosotros debemos ser el ejemplo de los niños. De nada sirve que le indiquemos la importancia de responder un saludo amable, si cuando nos saludan damos vuelta la cara o respondemos groseramente.


A la larga, cuando crezcan, los niños nos agradecerán haberlos educado. Es cuestión de tiempo. Puede pasar que lo valoren cuando tengan sus propios hijos o cuando deban relacionarse con otras personas y vean que pidiendo las cosas mal no obtendrán ningún resultado.
Para obtener buenos resultados debemos llenarnos de paciencia, y después debemos ser repetitivos ya que las conductas repetitivas se vuelven hábitos. También es importante que los frenemos cuando tengan malas actitudes, pero nunca debemos hacerlo frente a otras personas, así se sentirán avergonzados y lo único que lograremos es rebeldía. Debemos hablarles en privado y con cariño.
Es importante que ellos comprendan que uno los educa para que puedan relacionarse de una manera feliz y que no son normas impuestas por nuestros caprichos.
Te daremos un listado donde nombramos algunas conductas a tener en cuenta dentro de esta temática:
- Los pequeños deben usar el tenedor para comer. No deben comer con las manos.
- Deben masticar con la boca cerrada y tampoco deben hablar mientras están masticando. A nadie le agrada ver lo que están comiendo.
- Comer despacio y sin darse atracones de comida.
- No es aconsejable que se coman las uñas.
- Deben responder cuando se los saluda.
- No hurgarse la nariz en público.
- Pedir permiso para pasar, no empujando a todo lo que tienen en el camino.
Foto | Flickr - Jual