

Antes que nada, si sufres estas contracciones, no te asustes, puesto que no ponen en ningún momento el riesgo el embarazo. Además de no ser peligrosas, son necesarias, ya que sirven para ablandar el cuello uterino y prepara al cuerpo para las futuras contracciones que, en su día, ayudarán al bebé a pasar a través del útero llegado el momento del parto.
Las contracciones Braxton Hicks y la preparación para el parto
Con el paso de los días, a medida que nos vamos acercando al momento del parto, estas contracciones se intensifican con el objetivo de ayudar a la mamá a dilatar y a borrar el cuello del útero hasta cuatro centímetros. Estas contracciones son tan necesarias, que son reconocidas por algunos médicos como las primeras fases del parto.
¿En qué se diferencian de las contracciones habituales?
La principal diferencia entre estas contracciones Braxton Hicks y las contracciones normales es que las primeras abarcan todo el útero, desde la parte superior, hasta llegar poco a poco a la inferior. Por norma general, son indoloras y duran entre 30 y 60 segundos, aunque en algunos casos pueden llegar a ser molestas. Sin embargo, conforme se acerca el momento del parto, estas contracciones se intensificas y pueden llegar a ser por fin dolorosas. En el caso de sufrirlas si sientes molestia, trata de relajarte con una ducha caliente o tomando una infusión, verás que, con un poco de calma, el abdomen se relajará y las molestias desaparecerán.