El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa, que cursa con fiebre, tos, ojos llorosos, sensibilidad a la luz y secreción nasal y una erupción cutánea, con manchas de color amarronado rojizo, que aparecen en la cara, orejas y cuello, extendiéndose pasados unos días por el resto del cuerpo y, por último, a los pies.
Además se desarrollan en las mucosas bucales manchas de Koplik -pequeños puntos rojos con centros de color blanco azulado-. Este enfermedad durará de 7-10 días.
Los tratamientos homeopáticos son eficaces en el tratamiento del sarampión, como la Echinacea purpurea y Astragalus por sus propiedades antivirales y el efecto tónico que ejercen sobre el sistema inmunológico. La homeopatía Inula se utilizará para aliviar el sistema respiratorio, Kalium muriaticum, para aliviar el picor y la irritación y Withania somnifera, para recuperar las energías y ayudar en el proceso de curación.
Existen algunos remedios caseros, que dan buenos resultados:
-Para aliviar los picores, un baño de agua tibia con unas gotas de aceite esencial del neem, suavizará la piel y ayudará a calmar el prurito.
-Para bajar la fiebre e ir soltando el pecho, es bueno realizar una cataplasma de patatas cocidas, que deberás de colocar en el pecho del niño.
-Repite la operación todas las noches, hasta que se haya enfriado.
-Toma zumo de limón con miel en ayunas, a partes iguales, para que ayude a calmar la tos.
-Otro jarabe que puedes preparar para la tos y del que puedes dar una cucharada cada tres o cuatro horas, o en abscesos intesos de tos, es el que se realiza con dos cebollas rojas y 5-6 cucharadas de azúcar moreno, poniéndolo a fuego muy lento, de manera que se vaya pochando la cebolla y vaya soltando todo el líquido. Cuando esté hecha, recoge en un frasco todo el líquido y añádele el zumo de dos limones, tápalo y guárdalo en la nevera.
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