

Hasta que tenga 2 años, el niño debe estar alimentado y en cama hacia las 6 de la tarde, o lo más pronto posible después de esa hora, según su horario, y mientras más pronto se arregle éste, más fácil será para los padres y mejor para la criatura.
Algunos padres tienen la costumbre de llevarse al niño por la noche al cine o a paseos en automóvil.Esto no debe hacerse. Si se saca el bebé de noche se interrumpe el hábito de acostarse después de la comida de las 6, y el pequeño pierde parte del sueño prolongado y sin interrupción que necesita, y se ve excitada por las luces y el ruido.
Además, probablemente se le mantendrá por una hora o más ei) una atmósfera caldeada y sofocante, y puede quedar expuesta a alguna enfermedad trasmisible.
Un bebé muy pequeño debe dormir de 20 a 22 de las 24 horas; durante el segundo y tercer meses, de 18 a 20. Para la edad de 6 meses, debe dormir unas 16 a 18 horas: 12 horas de noche con una sola interrupción para darle comida, 2 ó 3 horas por la mañana, y 1 ó 2 horas por la tarde.
Los niños varían mucho en su necesidad de sueño. Algunos necesitan menos horas que las indicadas, y algunos más. Desde que nace, debe enseñarse a la criatura a que obtenga su sueño más prolongado y sin interrupción de noche.
El prolongado sueño nocturno debe continuarse toda la infancia, pero pueden acortarse gradualmente las siestas. A la edad de 1 año el niño tal vez necesite una siesta larga y una corta durante el día, pero la corta puede abandonarse poco después.
En los días fríos o frescos, por lo menos una de las siestas, si no ambas, puede tomarse al aire libre si hace sol, pero protegiendo al niño contra el viento. Si no hace sol, deben tomarse ambas siestas dentro de la casa, y en la estación más cálida es preferible la siesta al aire libre a la sombra.