

La detección en los niños es importante ya que estos casos, pueden empeorar con el tiempo y es por esto, que en el caso de que se detecte, es recomendable llevar a cabo tratamientos para la hipoacusia si no queremos que estos problemas degeneren con el tiempo en uno mayor. Para detectarla, los padres deben de estar muy atentos al comportamiento de sus hijos entre los 3 y 5 meses de edad ya que pueden percibir ruidos de alta intensidad que pueden llegar a asustarlos. Con el paso de los meses, en el caso de seguir produciéndose estos ruidos, se puede observar como el niño trata de buscar la fuente del sonido moviendo la cabeza y el cuerpo para encontrarla. Si este problema no se detecta a tiempo, puede llegar incluso a afectar al lenguaje.
El tratamiento
Cuando hablamos de un tratamiento para la hipoacusia, hablamos de un tratamiento multidisciplinar ya que en el mismo estarán involucrados el pediatra, el logopeda, el otorrino, el psicólogo y también el audioprotesista. Con el tratamiento lo que se persigue es la estimulación precoz del niño, además de un tratamiento audioprotésico a través de implantes o audífonos. Los implantes, conocidos como implantes cocleares, son un pequeño dispositivo electrónico que a pesar de que no reestablece la audición normal, es capaz de ayudar al niño a interpretar los sonidos ambientales y también a comprender el habla. Los audífonos, son menos invasivos y pueden ayudar también en cierta medida dependiendo del grado de desarrollo que muestre la afección. En estos casos, es muy importante que, junto al tratamiento, coopere la escuela, así como las asociaciones para sordos. Los niños que padecen hipoacusia tienen una mayor dificultad para relacionarse y también para prestar atención en clase, ya que es evidente que se encuentran limitados por su oído. Algunas de las causas que pueden ser signo de alarma al nacer para que se presente la hipoacusia, es tener bajo peso o algún antecedente familiar. En este caso, siempre es conveniente ser más cuidadoso con las pruebas y prestar una gran atención al desarrollo del pequeño y ver como reacciona ante los estímulos del exterior. Conviene ser exhaustivo, debido a que no tiene que darse obligatoriamente en los dos oídos y puede que el niño escuche bien por uno, pero por el otro no, por lo que prestar atención al comportamiento, es de vital importancia para detectar y tratar la hipoacusia.