

Sus piernas están mucho más desarrolladas y su cabeza mucho más erguida; sus ojos se han acercado a la parte frontal de la cabeza y susoídos están próximos a la posición final. Se encuentran en buen estado de funcionamiento su sistema circulatorio y el tracto urinario; a través de sus pulmones, el bebé está inhalando y exhalando el líquido amniótico, en el cual se encuentra inmerso y le sirve de protección.
El patrón de su cuero cabelludo se ha iniciado e incluso han comenzado a crecer sus uñas. En lo que se refiere a su interior, su corazón está bombeando alrededor de 25 litros de sangre cada día, cantidad que seguirá aumentando a medida que tu bebé continúa desarrollándose.
A veces, cuando se mueve repentinamente, es posible que sientas un ligero dolor en los lados, ya que los ligamentos de cada lado del útero y las paredes de la pelvis se estiran a medida que crece el bebé. Este dolor es normal, pero si persiste o empeora, deberás de comunicárselo a tu médico.
Probablemente en esta etapa, te estarás sintiendo mucho mejor, porque el embarazo comienza a asentarse; habrá menos náuseas, menor número de cambios de humor y mejor estado de la piel, cambios que provocan una sensación de bienestar, a nivel general. Pronto experimentarás los movimientos del bebé; los primeros movimientos se pueden sentir como un pequeño revoloteo o como burbujas de gas. Durante las semanas siguientes, el bebé crecerá más y serás capaz de sentirle con mucha más frecuencia.
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