

Desde que nacen hasta que pasan los siete años, los bebés y niños pueden llegar a atragantarse, volviendo la situación peligrosa, por eso es fundamental que cuides el entorno del bebé. Recuerda que para ellos es normal llevarse objetos a la boca, es la forma que tienen de conocer los sabores y las texturas de las cosas.
El problema surge cuando se llevan a la boca objetos que son muy pequeños ya que pueden causar su atragantamiento y provocar dificultad para respirar, terminando en asfixia y acabando en la muerte. Pero no debes asustarte de antemano, la clave es saber cómo actuar y hacerlo con calma.
Si el pequeño se atraganta con algún objeto, lo fundamental es ayudarlo a que pueda respirar, para eso deberás realizar algunas maniobras mientras llamas a los servicios de emergencia.
Toma en brazos al bebé, inclina su cuerpo, coloca la cabeza hacia el suelo formando un ángulo de 45 grados, deposita su cuerpo en tu antebrazo sujetándolo desde el mentón.
Es fundamental que la cabeza quede más baja que el cuerpo, golpea sus omóplatos varias veces. Si lo llega a expulsar el objeto realiza lo siguiente:
-En la misma posición deja el bebé boca abajo con la cabeza girada hacia un lado. Presiona dentro del pecho con golpes cortos para despejar las vías respiratorias.
-La tercera opción, si no funciona ninguna anterior, es abrir la boca del bebé y colocar un dedo sobre la lengua y otros dos debajo de la mandíbula y así lograr ver qué es lo que causó el ahogo. Ayuda al pequeño a respirar de manera asistida para evitar la falta de oxígeno, por más que perdure la obstrucción mientras llega el médico que continuará atendiéndolo.
Lo fundamental es mantener la calma, estas maniobras que te aconsejamos son parte de los primeros auxilios, luego de hacerlos es fundamental acudir a un centro asistencial o llamar al servicio de emergencia médica.
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