

Pero la incorporación al mundo laboral de la mujer y la imposibilidad (en ocasiones) de conciliar los horarios hace que sea necesario tomar esta decisión. También hay quienes deciden llevar los niños con los abuelos, algo que tampoco está mal, porque les ayuda a mejorar su relación, algo que beneficia tanto a los niños como a los mayores.
Pero, ¿cómo decidir si llevar al niño a la guardería o no? Desde el blog de bebés, te contamos algunas de las claves que no viene mal que tengas en cuenta:
- Valora el desarrollo del niño, es decir, su proceso madurativo y su necesidad de socialización. Aunque los cuatro años es el mejor momento, son muchos los casos en que los niños están preparados antes.
- Sea como sea, no dejes que el vínculo con el niño, escolarizado o sin escolarizar, se haga más débil. Es fundamental que sigamos al lado del niño dándole nuestro apoyo como padres, para que no sienta diferencias entre la etapa de "antes de la guardería" y "después de la guardería".
¿Cómo saber si se adapta?
Si al final te decides por llevar el niño a la guardería, hay una serie de señales que te pueden indicar que algo no va bien. Si estás atenta, seguro que te das cuenta enseguida:
- El niño está ausente, no se relaciona y muestra pasividad. Habla con la cuidadora, porque puede ser un signo de que no se está adaptando.
- Muestra miedo, temor a ir al colegio.
- Se inventa dolores imaginarios o vuelve a conductas que ya estaban superadas (se hace pis por la noche, por ejemplo).