

Aunque el melasma afecta a cualquier persona, se ve más en mujeres, en especial cuando se encuentran embarazadas y habían consumido anticonceptivos orales, aunque puede tener otras causas cono los tratamientos de reemplazo hormonal.
Tratamiento para el melasma durante el embarazo
No existe cura para las manchas cutáneas, pero una vez determinada la causa se puede controlar y hay tratamiento para el melasma durante el embarazo a base de exfoliaciones químicas, siempre bajo prescripción médica y el correspondiente cuidado de la piel, que puede hacer que las manchas se desvanezcan.
También el médico puede prescribir productos que contienen hidroquinona, Retin-A y ácido glicólico, que ayudan a reducir o eliminar el melasma, o peelings químicos, que ayudan a reparar las células dañadas de la piel, mejorando el tono, la textura y la claridad de la piel, eliminando manchas de la edad y pecas, y reduciendo líneas de expresión, arrugas y cicatrices del acné, y estimulando la producción de colágeno.
Es importante utilizar protector solar a diario con factor de protección 50 o más alto, que ayude a bloquear los rayos del sol, sombrero de ala ancha y ropa que protejan de los rayos del sol y que no se vuelva a producir de nuevo la pigmentación.


Es importante decir que no todas las embarazadas sufren de la aparición de manchas, aunque estos tratamientos es mejor aplicarlos cuando haya pasado el embarazo, porque algunas manchas pueden desaparecer o atenuarse después de éste, y porque las cremas con retinoides no son seguras debido al riesgo de daño fetal.
Si las manchas aparecen es mejor tratarlas, porque existe riesgo de que se agraven más con cada embarazo, siempre después del periodo de gestación.