

Durante los primeros meses los padres se muestran reticentes a que los niños queden a cargo de personas que no sean ellas mismas. Esta es una opinión realmente viable, debido a que cuando son muy pequeños los chicos pueden enfrentarse a confusiones cuando se encuentran más tiempo con otra gente que no sea sus mismos progenitores.
Además, cuando el niño está recorriendo sus primeros años es normal que se muestre muy posesivo, tanto con sus padres como con sus juguetes. Por dicho motivo lo más recomendable es que hasta los tres años (como mínimo) disfrute de la compañía de su papá o mamá. Sin embargo también pueden compartir sus momentos con otros familiares, como los abuelos o los tíos, si sus padres deben trabajar y tienen que pasar algunas horas fuera de casa.
Por su parte, la guardería les brinda a los más pequeños la posibilidad de socializar desde muy temprana edad, algo que los ayudará mucho a formar lazos con otros niños de la misma edad. Sin embargo las peleas pueden ser una constante, sobre todo si el centro infantil no es llevado adelante por personas idóneas para enseñarles a los chicos la importancia de compartir, tanto las cosas materiales como en el aspecto sentimental.
En el caso de que se decida por colocar a los niños en una guardería hay que percatarse de que sea una de renombre. Puede costar un poco más de dinero, pero se puede tener la tranquilidad de que en dicho lugar los pequeños estarán seguros y en compañía de personas que los tratarán con afecto y que ayudarán a que crezcan tanto intelectual como emocionalmente.
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