

Pero la sobreprotección no es buena y no nos damos cuenta que en realidad sobreprotegiedoles no conseguimos que se hagan menos daño o que estén más a salvo.
Por ello, hoy te aconsejamos que tomes algunos trucos para comenzar a darte cuenta y a aprender de los verdaderos peligros de los niños. Cuando un niño nace en una casa y comienza a crecer, es evidente que hay que adecuar la casa para que no le ocurra nada al pequeño.
A pesar, de que pueda parecer que existen muchos peligros para los niños, lo cierto, es que debemos, los padres, relajarnos y comenzar a entender que la naturaleza de los niños es inquieta y que no podemos controlar todo lo que hacen.
Lo primero que aconsejamos a los padres es que habiliten la casa para el manejo del pequeño y para que no ocurran posibles accidentes.
Tapar los enchufes con un celo especial, poner goma que venden para las esquinas de los muebles y sobretodo pensar en la altura del bebé y en donde puede llegar cuando comience a dar sus primeros pasos.
Cubriendo los muebles principales y las esquinas será más sencillo que el niño no tenga ningún peligro a la altura, todo lo demás, o que no dependa de tí, ya no puedes controlarlo y será el niño quien empiece a descubrir su nueva posición.
De todas formas, como último consejo a los padres nerviosos por los posibles accidentes de sus hijos, decirles que no se preocupen que con un poco de cuidado y con paciencia, pronto te acostumbrarás a movimiento y travesuras del pequeño.