Cuando hablamos de varices nos estamos refiriendo a las venas que se hinchan debajo de la piel como consecuencia del aumento de sangre (normal en el embarazo). Algunas mujeres las varices se presentan como una mancha azul o púrpura. Si al finalizar el día te sientes con las piernas hinchadas, con dolor y enrojecimiento esto es una consecuencia de la reducción del flujo sanguíneo, este trastorno es conocido como trombosis venosa. Por esta razón cuando sientas que el estado de tus piernas ha cambiado es importante que consultes con tu médico.
Para aliviar el malestar que ocasionan las várices debemos evitar que la sangre se acumule en las piernas, esto puedes hacerlo intentando no estar de pie largos periodos. Cuando te acuestes es aconsejable que las levantes un poco, por encima de la línea del corazón, así la sangre podrá volver a circular normalmente. Tampoco es bueno que uses ropa muy apretada, que pueda impedir la circulación en la rodilla o en la ingle.
Existe un mito que asegura que cruzar las piernas pueden llegar a ocasionar varices, esto no es cierto, peo si bien no las ocasionan pueden empeorar el cuadro cuando ya las tienes, empeorando el cuadro.
Otra de las maneras de aliviar el malestar que causan las varices es la colocación de compresas frías (puede ser una bolsa de hielo) o toallas sanitarias empapadas en agua de hamamelis y enfriador de la nevera, esto ayudará mucho a aliviar el cuadro.
No existe ninguna forma de prevenir para que no existan las varices durante el embarazo pero sí podemos ayudar a nuestro organismo para minimizar las consecuencias. Para ello debes controlar tu dieta tratando de no aumentar demasiado de peso, consume alimentos altos en vitamina B6 y pirodoxina. El ejercicio diario también podrá ayudarte a mantener la sangre circulando correctamente.
