

Un momento fundamental es en torno a los seis años, ya que es en esta etapa cuando el dentista podrá comentarte si el maxilar superior y la mandíbula están colocados de forma que garanticen un cierre correcto de la boca.
¿Qué es la maloclusión?
La maloclusión se podría definir como el cierre incorrecto de la boca, que a veces está relacionado con una mala alineación de los dientes (se pueden amontonar) o con una posición anómala del maxilar superior o la mandíbula.
El dentista te dará una solución a este problema, que conviene arreglar cuanto antes, pero no solo por motivos estéticos. Una mala oclusión puede tener problemas de salud asociados, como dificultar la respiración, aumentar el riesgo de caries...
Además, hay expertos que aseguran que podría tener relación con la aparición de dolores de espalda y de cabeza.
¿Cómo se diagnostica?
Para saber si tu hijo tiene maloclusión, el dentista tiene en cuenta algunas cosas y realiza ciertas pruebas(dependiendo de cada caso):
- una radiografía de la boca, que ayuda a valorar el posicionamiento de los dientes en los arcos dentales
- una telerradiografía lateral del cráneo, para ver la posición del maxilar y la mandíbula de perfil
- una radiografía postero-anterior, para valorar la simetría entre el lado derecho y el izquierdo de la cara.
¿La ortodoncia es la solución?
La verdad es que la ortodoncia es la única solución realmente eficaz para tratar este problema. Dependiendo de cada caso, el dentista te recomendará el tratamiento más adecuado a seguir, y te indicará también cuál es la edad más adecuada para colocar la ortodoncia en el caso de tu hijo.
Imagen de catlovers sujeta a Licencia CC