

En las situaciones de no progreso al parto se pueden provocar patrones anormales en las contracciones, en la dilatación del cuello del útero o en el descenso del feto a través del canal de parto; pueden influir otros factores como la desproporción entre la pelvis de la madre y la cabeza del bebé o una presentación anómala del niño.
Son variadas las razones por las que puede producirse sufrimiento fetal en el bebé, como la fiebre materna durante el parto, compresión de la vena cava, cordón corto, infecciones, malformaciones o alteraciones en la placenta entre otros y los factores que predisponen al sufrimiento fetal durante el parto son: edad materna, hipertensión, diabetes o infección materna, primer parto, muchos partos previos, antecedentes de muerte fetal, malformaciones o prematuridad.
EL 30% de los niños nace con vuelta de cordón y puede presentar hasta cuatro vueltas; en algunas ocasiones puede detectarse mediante ecografía, anque no representa riesgo para el bebé. El prolapso de cordón se produce cuando una vez que se ha roto la bolsa de aguas, el cordón umbilical sobresale por el cuello uterino antes que la cabeza del bebé y supone un grave riesgo.
El desprendimiento de placenta es una complicación grave que ocurre cuando la placenta se separa de la pared del útero antes de la salida del bebé; este desprendimiento puede ser parcial o total y puede suceder en cualquier momento del embarazo o en el momento del parto.
Entre las complicaciones poco frecuentes, destaca la distocia de hombros y se puede ver cuando el bebé está colocado con la cabeza hacia abajo. Ocurre cuando la cabeza asoma al exterior pero el hombro del bebé está atascado contra el hueso de la pelvis de la madre y también la embolia, que es letal y con una tasa de mortalidad del 80% de los casos y suele ocurrir en los partos complicados, cuando se produce la obstrucción por el líquido amniótico de una arteria pulmonar de la madre .
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