Dentro del acoso sexual podemos encontrar desde la sutil insinuación hasta la violación. Lamentablemente muchos niños acceden a los pedidos sexuales de los adultos por desconocer las consecuencias, o por la confianza y el cariño que le tienen a las personas que lo solicitan. Los niños no tienen maldad y no miden lo que está sucediendo.
El abusador puede ser cualquier amigo, familia, maestro o compañero. El abuso sexual es un delito y hay que realizar las denuncias necesarias para que se tomen las sanciones necesarias.
Otro tipo de acoso es el escolar o bulling. En estos casos pueden verse diferentes grados de gravedad. Uno de los puntos más difíciles es darse cuenta de que un pequeño está siendo víctima de este tipo de acoso. Estadísticamente, el 50% de los niños han sufrido (en diferentes grados) este tipo de intimación, de ellos el 10% sufren un acoso continuo, que puede llegar a tener consecuencias realmente graves.
El acoso escolar puede incluir ataques verbales y también ataques físicos, normalmente son por parte de grupos de niños de más edad, en algunos casos pueden ser acosados por los maestros.
Dentro de los temas más recurrentes por los cuales los pequeños son acosados son: la raza, su comportamiento, el estatus social, diferencias o apariencias físicas. Normalmente, los niños que acosan a otros en las escuelas tienen serios problemas para relacionarse y piensan que si discriminan o ejercen poder sobre un grupo en inferioridad de condiciones, se coloca en una situación privilegiada.
Los niños acosados pueden ser más tímidos, pasivos, de otra raza, con pocos amigos. Características que permiten que se puedan aprovechar de ellos más fácilmente.
Debes estar pendiente para detectar casos de acoso escolar, muchos niños cuentan a sus padres lo que le sucede pero otros, amenazados por sus acosadores, sufren en silencio.
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